Este año ha sido un poco raro, y he retrasado el primer baño. Normalmente en Pascua ya me pego un chapuzón, y si no en el puente de Mayo, pero este año parece que todo se ponía en contra.
Por un lado, he ido poco al apartamento. Un fin de semana en la shell eco marathon, otros corriendo, de excursión con el CEFIRE, o tocando con la banda. Por unas cosas o por otras, no encontraba el momento para ir. Por otro lado, las pocas veces que he ido, ha hecho mal tiempo. Días nublados y con fríos, que no te dan ganas de bañarte (y si lo haces, lo más fácil es coger un costipado).
En cualquier caso, por fin he estrenado la playa. Ahora sólo queda montar el catamarán, y salir a dar una vueltecita, que de eso también hay mono. De todos modos, este año voy a tener tiempo de sobra para cansarme de agua en los dos meses de vacaciones que voy a disfrutar. Aunque también tendré que buscarme algún otro plan. Que si no, julio y agosto en el mismo sitio se harán muy largos.
Bueno, os dejo una foto de las vistas desde la terraza de mi apartamento. Que no os dé envídia.
27 de mayo de 2006
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