Abandonado

He dejado un tiempo abandonado el blog. Prácticamente 3 semanas. Pero es que cuando las obligaciones se acumulan, lo primero que se deja de hacer es lo menos importante. Y aunque el blog me sirve para desahogarme, hay cosas que urgen más.

Por si no tenía bastante con mi ajetreada vida (instituto, universidad, Gandía...) mi abuela se puso mala y la ingresaron en el Hospital, así que he pasado dos semanas que casi no he pisado mi casa. Los huecos que me dejaban mis obligaciones laborales y universitarias los pasaba en el Clínico relevando a los que estaban allí más tiempo (y ahora que hablamos de eso, los sofás de los hospitales son bastante incómodos para dormir, a no ser que estés reventado).

Por si fuera poco, y como las cosas se complican solas, nos abrieron el coche. Así que lo tuvimos que dejar en el chapista. Y menos mal que nos dejaron un coche de sustitución, un Opel Corsa blanco (por cierto, ¿os habéis fijado que la mayoría de los Opel Corsa que existen son blancos?)
Y a los pocos días, se me cayó el móvil al suelo, y ya no me carga. Menos mal que está en garantía (aviso a todos: guardad siempre las facturas durante dos años), y lo he llevado a la tienda para que lo arreglen. Porque como les dije "sin saber por qué, ya no me carga". O igual sí que lo sé... Y como no, también me han dejado uno de sustitución (que se pone a sonar en medio de clase y no hay quien lo pare).

Pero bueno, como me recomendaron por aquí, mejor no me quejo tanto. Al fin y al cabo, si se me complica la vida, la mayor parte de veces es por mi culpa. Y además, ya tengo mi casa nueva. A ver cuántos pueden decir lo mismo a mi edad (sin contar los que se la han comprado sus padres y los que tienen una herencia millonaria y una hermana que se la paga a pachas).

Si en el fondo no me puedo quejar.

Y a partir de la semana que viene, volveré a tener tiempo para contaros chorradas, o eso espero.