Ayer me llegó el envío de los DVDs vírgenes, y algunas cosillas más, que he comprado por internet. Aunque ya había hecho alguna compra usando este medio (billetes de avión, entradas y cosas así) esta es la primera vez que compro algo tangible que me tienen que traer a casa por mensajero.
En realidad, el comercio electrónico está en auge. Según red.es, más de 4 millones de españoles ha hecho alguna compra por internet en 2005. Los productos que más dinero mueven son los primeros que te vienen a la cabeza al pensar en el tema: billetes de avión (vueling, ryanair y demás), entradas de espectáculos (servicaixa o servientrada), libros, reservas de alojamientos y electrónica. Creo que menos libros, al menos una vez he comprado de todo lo demás (solo o en grupo).
Comprar desde casa por internet tiene algunas ventajas, como la comodidad, la libertad de horarios, y sobre todo, el precio. Y en este caso, al comprar DVDs, la diferencia de precio es abismal. La razón, el famoso canón por copia privada, que es un dinero que se lleva la $GA€ (para ir a su web, buscar ladrones en google) como contraprestación por si tú te haces una copia privada de obras suyas.
Aunque sea un derecho legítimo (el que sea ético que cobren indiscriminadamente por si acaso te grabas algo suyo ya es otra cosa), el problema es que el precio del canon es desorbitado. En un DVD, que a mí me ha costado 28 céntimos (comprado en Portugal para evitar este impuesto revolucionario), el canon a sumar sería de casi 60 céntimos, más del doble. Es decir, un CD o DVD paga más porcentaje de impuestos y tasas (alrededor de un 70 %) que la gasolina (un 44%). Así se consigue que una tartera de CDs que me cuesta 4 euros, esté en el carrefour a 10 €, y en la papelería de debajo de mi casa a 13,5. Con esa diferencia en seguida recuperas los gastos de envío. Y si además, compras grandes cantidades en grupo y no te los cobran, mejor aún.
Volviendo al tema inicial, la compra en sí, todo ha ido perfecto. En 2 días, desde que hice el pedido, ha llegado a casa. Con llamada previa del mensajero para ver si estaba y me lo podía traer, y pago contrarrembolso. Menos mal que no venían llenos, si no, no daría tiempo ni para verlo todo. Porque como dijo Alabau en una clase de Politica de Telecomunicaciones, "no hay que despreciar el ancho de banda de un camión lleno de cintas" (en este caso, DVDs).
15 de septiembre de 2006
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1 comentario:
Muy curioso eso de ladrones en google y una verdad como un templo!!
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