23 de abril de 2010

Pasar los datos del Garmin al ordenador

Una vez hecha la carrera, y almacenados los datos en el reloj, la ventaja de este tipo de relojes con GPS es que podemos descargar la información en el ordenador y verla con distintos programas.

En el caso de Garmin, lo primero que hay que hacer es instalar ANT Agent (descargable aquí), el software de conexión entre el ordenador y el reloj a través del accesorio USB que venía con el reloj. La primera vez que lo ejecutas hay que asociar el reloj con el ordenador, aceptando en ambos el aviso. Una vez asociado ya podemos descargar la información de carreras.

Lo segundo que hace falta es un programa en el que tratar los datos obtenidos del reloj. Una opción es utilizar la herramienta oficial de Garmin, Garmin Training Center (o GTC). Otra opción es el programa gratuito SportTracks. Por ahora estoy trasteando con las dos, pero me gusta más el segundo por los planos que saca, la posibilidad de instalar plugins para mejorarlo, y la información extra que se puede guardar (desde el tiempo que ha hecho, actividades extra que no hagas con el pulsómetro, datos personales como dieta, peso, enfermedades...).
Para aprender a sacarle partido a SportTracks se pueden seguir los tutoriales del blog Correr no es de cobardes, y sobre todo, pelearte con el programa. Yo tuve 3 problemas que me costó solucionar:
El primero es que el programa no era capaz de conectar con el reloj. Hay que instalar un plugin en el navegador que permite la comunicación en esta web. Lo IMPORTANTE es que hay que instalarlo en Internet Explorer, independientemente del navegador que uses habitualmente.
El segundo es que no se veía el mapa en la ruta, sino que aparecía con el fondo en blanco. Para que se vea el plano hay que pulsar el triangulo de la esquina superior derecha de la caja de ruta y elegir "calles" o "satélite" (o Google Earth u otros servidores de mapas si instalas los plugin corresponidentes) ya que por defecto está seleccionado "nada".
El último es que no veía las gráficas, por ejemplo, de pulsaciones. Para verlas hay que ir a la caja de la izquierda, elegir una opción distinta a "resumen" Según la opción elegida se ven unas u otras gráficas (por ejemplo "elevación" puedes ver la altitud, o en "ejercicio" las pulsaciones).

Os dejo una captura del programa. En el mapa sale por colores según la velocidad instantánea (verde-lento, rojo-rápido).

Captura de SportTracks con plano y gráfica de pulsaciones

Detalle del plano de la carrera con Google Earth, por la zona de la Ciudad de las Ciencias

La verdad es que el programa tiene muy buena pinta. Cuando lo controle un poco más, pasaré a probar webs en las que compartir tus carreras, como Garmin Connect, strands.com o Motion Based.

2 comentarios:

proctor dijo...

Habalndo de 'correr no es de cobardes':
Acabo de reconocer a un corredor de fondo, que corre una maratón este domingo. Aparte de la bradicardia correspondiente, electrocardiográficamente le aparecía un claro bloqueo aurículo ventricular de primer grado. Esto significa que hay un retraso en la conducción eléctrica entre aurículas y ventrículos, provocado por el ejercicio. El deporte aeróbico, a estos niveles, determina un aumento de la fracción de eyección (cantidad de sangre bombeada por el ventrículo en cada latido) consecuencia de la hipertrofia del ventrículo (la pared muscular del mismo se pone cachas), lo que altera la conducción del impulso eléctrico.
He consultado en caso con mi compañero y amigo Juan Enrique González Ruano, cardiólogo y médico deportivo, y me ha dicho algo sorprendente: yo recomiendo a mis pacientes hacer ejercicio (caminar, subir escaleras...), nunca hacer deporte. Está claro que no será de cobardes, pero no es bueno para la salud.
Por cierto, espero que ya estés recuperado de tu paresia.

Perro del desierto dijo...

A mí hablame más "sensillo". :)
Está claro que el deporte, como todo, en exceso, es malo. Y no está de más hacerse un chequeo de vez en cuando (igual aprovecho ahora que estoy en Asisa).
Lo paresia, bien. Aunque todavía me lo noto un poco raro a veces al levantarme (si me he aplastado el brazo) o al hacer algún esfuerzo.