Una tele LED, lo último en tecnología, se me salía de presupuesto. Aunque consumen un poco menos, y tienen mucho mejor contraste, no estaba dispuesto a gastarme lo que vale para una tele, teniendo en cuenta que aunque te compres lo último, en 4 ó 5 años como mucho está anticuado. Por su parte, las de plasma, aunque con un precio más ajustado, siguen siendo más caras y consumen mucho más (más del doble que una LCD). Así que opté por esta útlima tecnología: LCD.
Lo siguiente es ver el tamaño. Eso fue fácil: 40-42 pulgadas. Menos se quedaba pequeña, pero más la veía demasiado grande para la distancia de la tele al sofá (aunque tenga amigos que piensan lo contrario).
Y lo último la marca. La que tenía de mis padres era una Sony, y se veía bien. Aunque tampoco le hacía ascos a otras marcas (Philips, Panasonic, Samsung...). Así que opté por comparar precio y calidad. Las ofertas que sacan las grandes superficies (mediamarkt, saturn, fnac...) suelen tener precios muy ajustados, pero sobre teles de gama media o media baja. Después de buscar, y ver las características y precios, me quedé con una Sony KDL 40-W5500. Es de gama media-alta y la conseguí un 29% más barata del precio oficial en pixmania. Aquí podéis ver una review (en inglés) del mismo modelo pero con 46 pulgadas. Y os dejo unas fotos junto a la antigua tele de 32 pulgadas (la hija pequeña), y en la mesa lack donde la tengo puesta hasta que me compre otros muebles, junto al gigaset, la cadena, DVD y demás cacharros de electrónica.
Y lo siguiente es el reproductor multimedia HD, pero eso lo dejo para después de verano. Que no me corre prisa y ahora no lo voy a utilizar.
1 comentario:
Yupi Yupi!!! Ahora falta un sofá a juego con la tele!!!!!!!!!!!!!!!!!!
:P:P:P:P:P:P
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